La chirimoya es una fruta tropical muy rica de color verde, posee una textura rústica como si de varias capas se tratase, Su pulpa es blanca y tiene numerosas semillas de color negro. La cáscara se desprende fácilmente para que podamos disfrutar de una pulpa muy dulce y jugosa. Los lugares donde más se cultiva la chirimoya son Granada, Málaga y el sur de Murcia. También en Canarias podemos encontrar numerosos cultivos de chirimoya.
Chirimoya, la fruta estrella en España
La chirimoya es el fruto de un árbol de porte pequeño que no supera los 10 metros de altura. Su tronco es corto, pero cuenta con ramificaciones bajas que forman faldones Se cultiva en varias partes de España, principalmente en la costa de Granada, donde se tiene constancia de su existencia desde hace más de 400 años. En concreto, su presencia es notable en los municipios de Jete, Otivar, Salobreña y Almuñécar. En algunos países de Latinoamérica, como Bolivia, Ecuador y Venezuela, la fruta aparece de manera silvestre. Sin embargo, la mayor parte de su comercialización se da en España. Nuestro país se posiciona como el primer productor de chirimoya a escala mundial, con una superficie plantada de unas 3300 hectáreas entre Granada y Málaga, y una producción anual considerable que favorece su distribución por todo el país. Has de saber que el cultivo de la chirimoya en España se ha visto favorecido con el paso de los años, ya que se ha propiciado la adaptación de la fruta a las condiciones locales. En este sentido, se emplea una selección artificial de variedades de chirimoya con mejor rendimiento para la obtención de frutos de mayor volumen, con más pulpa y sabor. De este modo, su cultivo resulta mucho más rentable.
Combinaciones de la chirimoya
A pesar de ser una fruta muy tierna, la producción de la chirimoya no se ha quedado solo en el cultivo. De hecho, un gran número de productores la combinan en recetas de helados, en conservas, en jugos, infusiones, licores, dulces, tortas, etc.